jueves, 13 de julio de 2023

El 980 de la calle 66.

 

Al leer el periódico Juan piensa que la persona que se necesita para ese trabajo es él.

        Recorre presuroso las cuadras que lo separan del 980 de la calle 66. Cuando llega se encuentra con una casa antigua de aspecto misterioso, al golpear aparece una mujer mayor, que lo mira provocándole miedo.

        ¡Pase!, (le dice autoritaria). Solo la luz que penetra por la celosía que ilumina el lugar. Lo conduce a una sala y el ruido de la puerta al abrirse le da escalofríos. Mira a su alrededor y solo ve a alguien que sentado de espaldas parece leer un diario. Siente enormes deseos de abandonar el lugar, pero la curiosidad lo atrapa y espera.

        ¡Buenos días! (dice decidido). Nadie responde. A media voz continúa diciendo, “creo que puedo ser la persona que usted está buscando”. Nadie contesta.

        La mujer caminó al sillón que dio vuelta bruscamente. Juan ve, que sentado en él se encuentra el cadáver de un señor vestido de traje, camisa y zapatos que lo mira a través de los huecos de su rostro. Se asustó. Ella acercándose le acaricia el rostro, y le dice al oído “Este fue mi último jardinero. Tu y yo, no nos separaremos más.”

        Juan grita desesperadamente y nadie lo escucha. Un frio intenso corre por su cuerpo. Al abrir los ojos, vio a su madre que arrojándole un vaso de agua le dice: “Levantáte haragán, te dije que Tenes que salir a buscar trabajo”. Rápidamente se incorpora. El diario que leía, cae al piso y gritando desesperadamente dice: “¡Nó! ¡no! Eso de buscar trabajo por el diario noooooo ”.

 

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