Tienes la luz del sol,
y el nácar de la luna.
La ternura de un niño.
la pureza de un ángel.
Me despierto en las noches,
deseando tenerte;
me muerdo lo labios,
deseando besarte.
Te buscan mis ojos,
mi pecho se agita.
El corazón late;
mi pasión no cede.
¿Llegará aquel momento
que tortura mi mente?.
¿Podré yo algún día tenerte?
.... ¿y no perderte?