martes, 15 de octubre de 2013

DESPACIO VIDA....

 
DESPACIO VIDA QUE NO CORRA EL TIEMPO.
PORQUE MIS OJOS CANSADOS Y YA EN SU OCASO,
QUIEREN DISFRUTAR ESTE MOMENTO.
LA NATURALEZA DA VIDA Y EN SU INTENTO,
HACE QUE ESTALLE EL UNIVERSO,
PROVOCANDO SENSACIONES EN EL ALMA,
QUE SOLO EL QUE LO VE, LO ESTA SINTIENDO.
NECESITO VER EL ÁRBOL FLORECIDO,
LAS GAVIOTAS CRUZANDO EL FIRMAMENTO,
LA LUNA SALUDANDO A LAS ESTRELLAS,
Y EL SOL DÁNDOLE TIBIEZA AL HORNERO.
EL MOLINO, DA VUELTAS Y REVUELTAS
PORQUE EL VIENTO LO ACARICIA CON SU ALIENTO.
A LO LEJOS EL TRIGAL EL TRIGAL BATE SU DORADA CABELLERA
Y EN ESA OLA DE VERDES Y DORADOS,
SE MECE SUAVEMENTE, CUAL CARICIA DE NIÑA ENAMORADA,
ESPERANDO A SU ROMEO.
LA TARDE VA CAYENDO,
EL ARCO IRIS BRILLARA,
Y EN EL MOMENTO,
MI SER DISFRUTARA,
ESTOY VIVIENDO.
DESPACIO VIDA…….
QUE NO CORRA EL TIEMPO,

DÉJAME POR FAVOR DISFRUTAR DE ESTE MOMENTO.

martes, 1 de octubre de 2013

Recuerdos

Recuerdos, esos amigos  que nos acompañan durante toda la vida, hay veces que los queremos alejar, otras queremos tenerlos presente, pero siempre están allí, guardados en lo más profundo de nuestro ser, alegrándonos o haciéndonos sufrir, son como un carrusel  que gira en nuestra mente, en torno nuestro, he aquí uno de ellos.
Junio de 1984. El invierno en su plenitud, calaba los huesos ,como si la naturaleza toda se pusiera de acuerdo para que ese momento fuera más triste .La sala de espera  de la clínica  abarrotada de gente, que en silencio rezaban, o a media voz  conversaban. EL padre hermano y madre tomados de las trataban que esos momentos pasaran rápido .LA niña casi un bebe ,estaba siendo operada  ,es una chance  de vida dijo el médico  hay que jugarse .Luego de siete horas ,las puertas del ascensor se abrieron ,dejando pasar a una camilla que llevaba  un pedacito  de cielo ,lleno de tubos y cables ,sus ojos se encontraron  con los de su madre y aunque los tubos que llevaba en su boca le impedían hablar un Mamá salió de sus labios ..Volvieron  a verse en terapia Mamá dijo ¿queres que te cuente un cuento ,la niña asintió ,el nerviosismo era tal que entre lágrimas retenidas y la garganta deshecha por el dolor , balbuceo  una mezcla de BLANCA NIEVES , CENICIENTA YCAPERUCITA ROJA ,el cuento estaba mal contado ,no era lo que ella sabía  de caperucita ,miro fijo a la madre cerró los ojos movió la cabeza en gesto de negación ,esa fue la última comunicación que tuvo con su madre ,al momento ella partió .Padre hermano madre caminaban bajo la lluvia ,lágrimas y lluvia se confundían en un abrazo de dolor .El cielo también lloraba .aquella gente que estuvo con ellos aún están ,con más años ,más achaques  pero siempre fieles ,incondicionales  algunas veces también nos juntamos para festejar SON NUESTROS AMIGOS Y ALLÍ ESTAN 

martes, 24 de septiembre de 2013

Recuerdos de Amor

Estábamos juntos, tomando unos mates
Bajo aquella parra que nos vio crecer
¿Qué te está pasando?, pregunte curiosa
No te falta nada, ¡Ya no sé qué hacer! 

Me miraste triste, no hubo palabras
Pero en esos ojos, yo ya vi venir
Las crueles verdades, que hirieron mi alma
Que con otro hombre te ibas a ir

Te fuiste ese día, rumbo no sé dónde.
Con aquel  amigo, que me traicionó.
Mil veces llorando, repetí tu nombre,
Bajo esta parra, que juntos nos vio.

Hoy pasado el tiempo, más viejo, mas hombre
Recuerdo el momento, que te vi partir.
No te dije nada, ni un solo reproche
Pero amada mía, siempre estás aquí.

El Vértice de los Cuatro Vientos.

Me faltarían adjetivos para calificar la belleza de este lugar, sentada en el parque, saboreando un mate, miro las hojas secas, bailando al compás del viento, se arremolinan y elevan en su danza frenética, mostrando éste su poder para hacerlo, llevándolas lejos cual pájaro en su vuelo, como si quisieran alcanzar el cielo.
                Éste lugar es el eje, el vértice de los cuatro vientos. Un lugar en el mundo y en nuestros sentimientos.
                Sigo mirando el camino, queriendo que por él regreses.
                No quiero que el dolor se interponga en éste momento, es un recuerdo bello, sé muy bien que nadie es feliz por siempre, pero hoy y aquí, quiero serlo.
                Te veo venir al final del camino, con los brazos abiertos, llenando tus pulmones de aire, disfrutando el momento, como si en cada aspiración detuvieran el tiempo.
                Fuiste feliz en este lugar, lo decían tus ojos, tu risa o cuando cantabas la canción que tanto nos unía.

                Hoy me siento feliz y en este remolino de hojas y de vientos, te recuerdo mi amor como si te estuviera viendo.

Con "M" de Marta.

Parada frente al espejo, éste me refleja devolviéndome una imagen que hace mucho no veía, me gustó “comprobé que todo estaba bien”, coloqué en mi cuello la cadena con la inicial de mi nombre que me regaló mamá, tomé el abrigo, la cartera y salí a la calle dispuesta a disfrutar de ese día, estos últimos años en los que me dediqué a cuidar a mis padres, hicieron de mí un ser sin muchas expectativas en el futuro, postergué muchas cosas y así fue que mi vida ha ido pasando sin pena ni gloria.
Hoy casi a los cuarenta años, siento la necesidad enorme de vivir, sé que por ahí todo va a ser distinto, mi buen trabajo y mi profesión van a ayudarme a salir adelante.
Llegué al centro, miré vidrieras, compré cosméticos, también ropa, fui a la peluquería, me sentía libre. Era casi mediodía cuando me di cuenta que hacía muchas horas que había desayunado, caminé buscando un lugar donde pudiera comer algo rápido, debía regresar temprano porque luego tendría el cumpleaños de una amiga, de golpe noté que alguien se acercaba a mí, metida en mis pensamientos y por cosas del azar tropecé con él,  casi me voy al suelo pero sus fuertes brazos evitaron la caída, se veía muy guapo, simpático, digo esto porque su rostro lucía una hermosa sonrisa, llena de blancos dientes, todo lo vi en un segundo, un par de ojos grises extremadamente bellos de largas pestañas espesas, las cejas oscuras que junto a un mechón de su pelo que al agacharse se juntaron con ellos, daban un marco a ese rostro tan bello.
               
“¿Marcela?” me preguntó sin apartar su vista de mí, lo miré encandilada, no sé por qué dije “Si!”, tal vez porque quería que ese momento no terminara nunca. “Marcela” volvió a repetir, “¿No te acordás de mí?”, a duras penas salí de ese estado, me sentía estúpida, escondida como una colegiala, “Si” dije, “pero no recuerdo tu nombre”. “Marcos”, dijo, “Marcos Urrutia” “¿Cómo andas tanto tiempo?” “Ya lo ves (respondí), por el suelo”. Nunca dejé de sonreír.

“Quería saber de Marcela”, “¿Quién era o fue?” “¿Qué significó en su vida?” “¿Algo importante, quizás?”, mi mente era un remolino, “¿Qué decir?” esperé que hablara “¿Entrabas al bar?” preguntó, “Si, salí temprano, tenía hambre” “Te puedo acompañar, tengo una hora para volver a la oficina” “Si, me encantaría” dije tímidamente.
El lugar era pequeño, muy cálido, el olorcito a comida rápida se hacía presente. Los sentidos jugaban entre emociones y aromas, el corazón galopaba como un caballo desbocado. “Hoy tengo mi día libre” le dije, como para decir algo.
Me habló de él, de su trabajo, aspiraciones, preguntó por mí. Sin saber por qué, en un momento le confié toda mi vida. Cuando miré el reloj y dije “Marcos, ¿y la oficina?”. ”Para temprano es tarde” contestó, y ambos reímos desenfrenadamente.” Me encanta tu sonrisa” dijo. “Y a mí la tuya”.
Salimos del bar, caminamos mucho, llegamos a una plaza, tomamos un helado. Casi sin darme cuenta estaba cerca de casa. Me acordé del cumpleaños de Cristina” Luego la llamo”, pensé.
“Yo vivo a dos cuadras de aquí”, le dije. “Bueno, te acompaño, ¿Querés?”. “Si”, respondí.
Llegamos a la puerta de casa. Un sentimiento de culpa rondó mi mente. Me di vuelta rápidamente. Casi sin pensarlo le dije “Marcos, me llamo Marta. Marta Sánchez.”. Me miró sonriendo y me dijo “Intenté ser adivino y me falló.” Tomó mi mano, la besó dulcemente, colocó en ella el dije con la inicial de mi nombre. “Se te cayó al caerte”, dijo. Me miró profundamente y preguntó “¿Nos vemos mañana?”. “Si, dije.”
Cerré la puerta, me recosté en ella, besé la inicial de mi nombre. “Gracias Mami”, dije, “Marcela no existe.”

                

El abrazo de la Naturaleza

Salimos de la cabaña sabiendo que en dos horas comenzaría a aclarar, a medida que avanzamos comienzo a sentir en mi cuerpo el cálido abrazo del sol, mi piel lo recibe con agrado, siento como si de golpe quisiera olvidar el gélido período que hemos recorrido, ésta demostración de protección se torna maternal  y me regocijo en ella, la luminosidad del día, hasta enceguecer mis ojos, no hay nubes, el cielo tan diáfano recibe a su Rey con todos los honores, parece decirle ilumina sol, yo te ofrezco toda mi inmensidad para que te luzcas, con tu presencia la semilla explotará, los árboles se cubrieron de hojas, trayendo consigo los frutos benditos, las flores llegaran de mil colores, como si fuera la paleta del pintor, deseoso de plasmar en su cuadro, ese despliegue de  sensaciones maravillosas, el universo todo entrará en movimiento , como queriendo dejar detrás de si la inactividad del estío, mi mente se alborota, sé que en otros lugares esto no sucederá pero bueno por aquí será así.
Los deshielos harán que los ríos tomen nuevos bríos, y en su danza ondulante recorrerán la campiña dejando a su paso, olivares repletos de frutos y viñedos reverdecidos, los sarmientos nuevos traídos de lejanos lugares, nos darán el placer de saborear frutos nuevos.
Mi corazón late al ver la alameda brotada, un árbol al lado del otro bordeando el camino. Me imagino al general de la patria marchando rumbo a la gran epopeya, pisando este suelo, recorriendo sus senderos.

Empiezo a divisar algunos turistas, que boquiabiertos admiraban el paisaje, cuanto despliegue de vida, comienza el movimiento, el motor está en marcha es cuestión de que andemos. 

viernes, 20 de septiembre de 2013

El viaje de Marcos.

            El recital de Rock llega a su punto culminante y todos los jóvenes saltan desaforados, se empujan unos a otros, bailan, se besan, un verdadero ritual. Marcos está entre ellos. Ríe, grita, sacude su cabeza y parece como que de a ratos pierde la noción del espectáculo clavando su mirada en el piso, como buscando algo en medio de un remolino.
            De pronto se ve solo. Sin nadie alrededor. Cada parpadeo le devuelve una escena distinta, la cama cucheta totalmente desarmada, sus soldaditos tirados, el póster de su banda preferida de Rock, y la luz del aparatito de música que titila desde el piso junto a sus zapatillas sucias con los auriculares aun conectados. A modo de flashes ve una Luz muy fuerte, gente rara que lo toca. Y otra vez la oscuridad. De a ratos las imágenes aparecen. El colegio, su novia pelirroja, con Juan en el techo de la capilla fumando a escondidas. Siente sus manos húmedas; no puede verlas. Si bien las intenta mover, no puede. No puede mover ninguna parte de su cuerpo. Solo su corazón late rabioso a punto de estallar
            Los ruidos dentro de su cabeza lo agobian. Y también se mezclan. La voz de su amigo Juan le roba una sonrisa, el llanto de su hermano menor lo enoja, las voces de la gente rara lo asustan y el zumbido dentro de su cabeza lo deja inconsiente.
            -Hola Juan, que locura!! Dónde estabas?.
            -jajaja mira que sos chanta, recién ahora te das cuenta de que no estaba.
            -Siiiiii. Desde el recital que no te veo Juancito. Estuvo bárbaro.
            -Me alegro Marquitos que lo hayas disfrutado. Yo te vi, pero la pasaste bien?
            - Si Juan estuvo re bueno, la pase bomba. Pero, vos estabas ahí conmigo. No te acordas?
. No Marcos. Yo no fui. A ese recital que decís fuiste vos solo. Fue en tu pieza, mientras mirabas el poster.
            -Que decís boludo, estábamos juntos!!! Lleno de gente. Si yo estaba con vos nabo. De que hablas !!
            -No Marcos. Recién ahora estamos juntos otra vez. Yo me fui hace un año. Y no volví más. Mi cuerpo no aguanto el viaje. Me quede en la primera estación. Vos seguiste y  seguiste y ahora también te bajaste.
            - jejejejeje que loco lo que decís Juan, no entiendo nada. Dame un abrazo.

            - Hay amiguito mío, tengo toda la eternidad para explicarte.